Ya está aquí.
Lo hemos destrozado todo.
Hemos llegado al fin del desarrollo humano.
A partir de ahora, partimos a cero.
Si,
es duro ver algo que merezca la pena
cuando todo lo que ofrecen
son solo espejismos que seguimos sin rechistar.
Dóciles.
Tirar balones fuera,
se convierte en la mejor manera
para erguirse dentro de la cuna del fracaso.
Orgullosos.
Señálese, sin temor, no sea cobarde.
Somos los culpables de tanta mentira.
Cavamos nuestra propia tumba
mientras huimos de nosotros mismos
asumiendo papeles,
que ni siquiera nos corresponden.
Pssssssssssssssschiiiiiiiiiittttt¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Sin rechistar¡¡¡¡
No nos vayan a oír
los sueños
que siempre tuvimos.
Poemas sin casa. Año 2015.